Los tratamientos que recetan los médicos están dirigidos a mejorar la calidad de vida de una persona, en base al diagnóstico específico de ese paciente. Ingerir un medicamento diferente al recetado, conlleva un riesgo e incluso aumenta la posibilidad de complicaciones graves de la enfermedad.
De acuerdo con especialistas en medicina es importante seguir al pie de la letra las indicaciones del médico sobre el producto recetado y la duración del tratamiento. El cambio de receta puede afectar la efectividad del medicamento y causar efectos secundarios no deseados.
Al respecto, el doctor Alejandro Salvatierra, gerente Médico de Asofarma, explica que en la aplicación de tratamientos médicos hay que tener presente dos aspectos importantes: su principio activo y la calidad del producto, porque no todos son iguales.
“Adquirir un medicamento que contenga un principio activo o ingrediente principal diferente al recomendado por el médico que, además tenga sustancias adicionales al producto prescrito, puede ser riesgoso para un paciente que sea sensible a estos”, resalta Salvatierra. Agrega que al cambiar la receta, también existe un margen de riesgo si se confunde el nombre del producto, no se recibe la concentración adecuada o no se utiliza correctamente.
Una decisión de este tipo afecta directamente a los pacientes más enfermos, así como a los grupos más vulnerables como los niños menores de 5 años, los adultos de más de 65 años y las embarazadas. “Igualmente, representa un riesgo adicional para los pacientes polimedicados, es decir, que toman varios productos, impactando en la efectividad de las otras terapias”.
Para mantener la salud óptima de estas personas es importante seguir las indicaciones del especialista, tal y como se detalla en las prescripciones médicas. No cumplir con alguna de las pautas del tratamiento establecida por el médico como el periodo de aplicación del tratamiento, puede desencadenar en fracasos terapéuticos, aumento de los costos sanitarios o incremento en las hospitalizaciones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adherencia deficiente a los tratamientos por no cumplir con el periodo de aplicación del medicamento compromete gravemente su efectividad.
En caso de que la persona no encuentre el medicamento prescrito por el médico, el experto de Asofarma asegura que lo recomendable siempre será consultar al médico que atendió la consulta, para conocer cuál es la opción que es más viable para tratar su enfermedad, y así evitar cambios de principios activos, dosificación, presentación y composición de estos.
“Los pacientes tienen derecho a que su médico supervise, directamente, cualquier cambio en su tratamiento, para tener los mejores resultados de salud. Y tienen derecho a ser tratados con medicamentos de buena calidad, adecuadamente analizados”, puntualiza
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