Durante el 2022 la inflación alcanzó uno de sus puntos más altos, pero empieza a desacelerase en el corto plazo.
Sin embargo, esta estabilización de la inflación aún no es positiva para los compradores de consumo masivo, pues el gasto de los hogares centroamericanos no es positivo, ya que su volumen contrae un -4%, con incrementos en valor de +1% y pagando un +4% por los productos de la canasta.
Con los precios tan elevados, los compradores buscan y se adaptan para no dejar de adquirir productos de la canasta, al no estar llevando la misma cantidad en cada visita, da pie a una recuperación de la frecuencia de compra del 3%.
Algunas de las razones por la cual el comprador visita más veces el punto de venta es porque se lleva tamaños más reducidos o accesibles para el bolsillo.
“El consumidor está buscando optimizar su gasto por lo que está comprando tamaños pequeños o granel, siendo esta última una opción atractiva, ya que crece (8%), al ser flexible la cantidad o gramaje a llevarse esto permite al shopper hacer un desembolso de acuerdo con sus necesidades y a lo que su bolsillo le permite”, explicó Vivian Gálvez, gerente general de la división Worldpanel, Kantar CAM.
Otro ajuste que hace el consumidor es optar por la compra de marcas económicas que están creciendo en volumen un 5%. Los hogares aumentaron significativamente su repertorio de canales, visitando en promedio al trimestre 10 lugares de compra distintos. Siendo los formatos de Descuentos los que presentan crecimientos de 4%, su promesa de precios bajos es lo que llama la atención de los compradores en momentos de alta inflación
Comments