Experto comparte 5 recomendaciones poco comunes para mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes
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La diabetes es una enfermedad que cada vez cobra más fuerza en
Guatemala. Se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre, lo que a largo plazo puede dañar órganos vitales como el corazón, los riñones y los ojos. Sus causas son multifactoriales e incluyen una combinación de genética, alimentación poco saludable, sedentarismo, estrés y otros factores ambientales y hormonales.

Aunque representa un desafío complejo, pequeñas acciones cotidianas pueden tener un
impacto significativo para prevenirla o controlarla.
Según el Ministerio de Salud de Guatemala, en el último año se diagnosticaron más de 30,000 nuevos casos de diabetes, lo que refleja un preocupante incremento. Además, la International Diabetes Federation estima que el 13.2% de la población adulta guatemalteca, más de 1.1 millones de personas, vive actualmente con
esta enfermedad.
Esta creciente prevalencia evidencia la urgencia de adoptar medidas preventivas y de
control que ayuden a mejorar la salud pública y la calidad de vida de las personas.
“Si bien la diabetes no se puede eliminar por completo, sí es posible mantenerla bajo control y reducir
significativamente el riesgo de complicaciones a largo plazo. Para lograrlo, es esencial tomar ciertas
precauciones y adoptar cambios que fortalezcan la salud celular y mejoren la respuesta metabólica del
cuerpo. Pequeños cambios en las acciones cotidianas pueden tener un impacto enorme y contribuir a una
mejor calidad de vida para quienes viven con esta condición”, indicó Hugo Palafox, científico y experto en
metabolismo humano, antioxidantes y nutrición celular.
A continuación, el especialista comparte cinco recomendaciones poco convencionales pero respaldadas por
la ciencia, que pueden ayudar de manera significativa a mejorar el manejo de la diabetes y a fortalecer la salud
integral de quienes la padecen.
1. Aplica la crononutrición: Se trata de una forma de adaptar las comidas a los momentos del día en que
el cuerpo aprovecha de manera más óptima los nutrientes, ya que el horario de las comidas influye
tanto como su contenido nutricional. Ajustar la ingesta calórica a las horas en que el cuerpo
metaboliza de forma más eficiente puede mejorar la tolerancia a la glucosa y reducir la grasa
hepática. Se recomienda realizar desayunos y almuerzos más robustos, y cenas más ligeras antes de
las 7 p.m. o, al menos, tres horas antes de dormir. Esta práctica ayuda a disminuir los picos de azúcar
en la sangre y favorece un metabolismo más saludable.
2. Incorporar glutatión para reforzar la salud celular: El glutatión es un antioxidante esencial que se
produce naturalmente en el cuerpo humano, pero cuyos niveles disminuyen con el paso del tiempo y
el estrés oxidativo. Mantener niveles adecuados de glutatión puede ayudar a fortalecer las defensas
antioxidantes, reducir la inflamación y apoyar el control metabólico de la glucosa, contribuyendo a
prevenir complicaciones como neuropatías, daño renal o enfermedades cardiovasculares. Es
importante destacar que, para aumentar sus niveles, se recomienda consumir precursores de
glutatión, ya que la ingesta directa de glutatión en forma líquida o en cápsulas suele ser menos
efectiva debido a su baja absorción.
“La diabetes en Guatemala exige un enfoque integral y preventivo, y un camino para enfrentar esta
problemática es mantener niveles óptimos de glutatión; este antioxidante puede ayudar a fortalecer
las defensas en personas con este padecimiento, además de que puede ayudar a controlar la
enfermedad, por lo que incluirlo es fundamental para preservar la salud a largo plazo”, enfatizó Hugo
Palafox.
3. Reducir la exposición a la luz artificial durante la noche: La luz artificial intensa en horas nocturnas
interfiere con el ritmo circadiano, afecta la secreción óptima de insulina y puede elevar los niveles de
glucosa en ayunas, favoreciendo el llamado “fenómeno del alba”, que es un aumento natural de
glucosa en sangre que ocurre generalmente entre las 4:00 a.m. y las 8:00 a.m. Durante este periodo,
el cuerpo libera ciertas hormonas para ayudarnos a despertar y activar el organismo. Por ello, se
recomienda disminuir la intensidad de la luz después del anochecer, evitar el uso de pantallas al
menos una o dos horas antes de dormir, y utilizar bombillas cálidas o luces con sensor para favorecer
un descanso reparador y un mejor control metabólico.
4. Gestionar estrés y dormir bien: El estrés prolongado eleva los niveles de cortisol, lo que contribuye a
desequilibrios en la glucosa. Por ello, practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o
la meditación, y priorizar actividades que generen bienestar emocional, son medidas efectivas que
pueden promover un cambio positivo. Asimismo, se recomienda dormir entre 7 y 9 horas cada noche,
ya que un buen descanso es clave para que el cuerpo regule sus procesos hormonales y mantenga un
metabolismo equilibrado.
5. Hacer entrenamiento de fuerza específico. Además de mejorar la masa muscular, el entrenamiento
de fuerza aumenta la presencia de proteínas esenciales para la señalización de la insulina, ayudando a
reducir la resistencia a la insulina y los niveles de glucosa en sangre. A las personas que padezcan
diabetes, se les recomienda realizar de 2 a 3 sesiones semanales de intensidad moderada a alta, con
ejercicios de pesas, bandas o peso corporal, siempre bajo la supervisión de un profesional para
asegurar técnica y progresión adecuadas.
“La diabetes no tiene por qué definir tu vida. Busca siempre atención médica y asesoría profesional para tomar
decisiones informadas. Adopta cambios de estilo de vida basados en evidencia, controla tus factores de riesgo y
monitorea regularmente tu salud. Recuerda: ¡pequeñas acciones diarias pueden transformar la vida de quienes
viven con diabetes y ayudarte a tener una mejor calidad de vida!”, concluyó Palafox.
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