La Galería Abierta de la Fundación Rozas-Botrán, en Paseo Cayalá, es una oportunidad para los artistas y un canal de comunicación con los visitantes. Es una galería de cielos abiertos, tendencia mundial que encuentra, en el aire libre, un medio ideal para volver a la vida artística, congelada durante el aislamiento causado por el Covid19.
El conjunto de muros portables, de novedosa arquitectura, ofrece al público espacios transitables habitados por pinturas de gran formato. El novedoso sistema supera los murales tradicionales, como aquellos que aún lucen vestigios de arte primitivo en cavernas prehistóricas o con una función didáctica en paredes de conventos, capillas posas y atrios, pintados hace muchos años.
En el siglo XX, el muralismo social se extendió por Latinoamérica. En Guatemala, a partir de 1954, un grupo de arquitectos y escultores guatemaltecos, encabezado por Carlos Mérida, promovió la integración de las Artes Plásticas con la Arquitectura, en el Centro Cívico de la ciudad, por medio de murales escultóricos creados en las fachadas de los edificios.
En un contexto diferente, el grafiti, vivo desde el principio de la historia del hombre, se fortaleció en Nueva York con dos vertientes: la legal, realizada por artistas del spray y la ilegal, en la que todo vale. Esta expresión fue adoptada en Latinoamérica por muchos jóvenes. Invadió el mundo y aún permanece, como señal de protesta.
“La Fundación Rozas-Botrán ha recreado esta forma de expresión en la galería de cielos abiertos. Los artistas imprimen en las obras un mensaje. El espectador, lo interpreta, desde su punto de vista. Según expertos, el hecho de estar expuestos a una obra artística, libera las mismas sustancias en el cerebro que cuando nos enamoramos.” Expresó Jose Rozas-Botrán, Presidente de Fundación Rozas-Botrán.
Desde hoy, hasta el 30 de noviembre, los invito a dejarse seducir por los neomurales de Victoria de Masch, Joel Batz, Guillermo Cantón y Philip Stanton, a quienes agradezco su participación en esta actividad, sus obras son las siguientes:
De la serie Buscando el cielo, Victoria de Masch explica de su obra, la intención es mostrar la nube que está en busca del cielo. Pareciera que la nube está saliendo de un a espacio arquitectónico, representado por las paredes. La artista expresa que a veces nos perdemos, sin darnos cuenta que lo que buscamos está tan cerca, que sería suficiente cambiar nuestra dirección, pensamiento o percepción para llegar a donde queremos.
La constancia iconográfica en el discurso de las obras de Victoria de Masch plantea un mundo de sueños e ilusiones que nos elevan hacia el cielo, partiendo de la inocencia infantil en un columpio.
De regreso a la infancia de la serie ¨La casita en el árbol” Joel Batz
¡Quién de pequeño no ha tenido la maravillosa idea de tener una casita en el árbol!
Mi obra la defino como Mágica vivencial. Mágica, porque siempre estaré soñando e inventando un mundo fantástico, desarrollando estas casitas en el árbol y, vivencial, porque la viví y tuve la dicha de experimentar con esa creatividad real de niño.”
Guillermo Cantón presenta su obra Esencia Natural
Nacimos con una esencia que, a veces, con el paso del tiempo, dejamos a un lado por motivos banales que nos desgastan psicológicamente y crean desmotivación.
Te haz preguntado ¿Quién eres? ¿Qué es lo que realmente quieres? ¿Eres feliz?, Escuchemos nuestra esencia natural que todavía está dentro de nosotros. Es nuestra llave a una vida libre, llena de seguridad, felicidad y paz.
Philip Stanton presenta su obra Corazón (In)visible Philip se inspiró en la riqueza cultural de Guatemala para pintar el neomural, dentro de un entorno que tiene luz y colores inspirados en Barcelona, ciudad en donde Philip vive y desarrolla una carrera profesional destacada. El diseño “pop-cubista” contiene referentes de la cultura Maya, la imaginería colonial y el sello de la obra del maestro Carlos Mérida. El artista vivió inmerso en la investigación de estas manifestaciones estéticas durante las semanas que estuvo en Guatemala creando esta obra única.
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