Dolor abdominal, ardor de estómago, retortijones, dispepsia, náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea, entre otros, son síntomas que indican la existencia de un trastorno que puede afectar a una o varias partes del aparato digestivo. Estos síntomas afectan la calidad de vida de las personas y generan una carga, tanto para los pacientes, como para los sistemas de salud de los países.
Se estima que en Estados Unidos, alrededor de 60 a 70 millones de personas viven con una enfermedad digestiva. El doctor Alejandro Illescas, especialista en gastroenterología y endoscopía digestiva, asegura que en Guatemala las mujeres padecen más frecuentemente de estreñimiento crónico funcional y síndrome de intestino irritable y en los hombres, es más común la enfermedad de reflujo gastroesofágico. Además, en ambos sexos se observa un aumento en la incidencia de la enfermedad hepática grasa no alcohólica; condiciones se atribuyen a diversas causas relacionadas con el estilo de vida, como malos hábitos alimenticios, obesidad, estrés y sedentarismo. Parte de la población puede estar padeciendo muchos de estos síntomas por un largo tiempo, sin saber que tiene una enfermedad en su sistema digestivo.
Pablo Corella, Gerente médico de las áreas terapéuticas Gastrointestinal y Dolor de Asofarma, explica que una persona puede tener un trastorno digestivo agudo, es decir, que dura un corto periodo de tiempo; o este trastorno puede persistir en el tiempo y formar parte de una enfermedad más severa y crónica. “Una sintomatología gastrointestinal como dolor de estómago leve, por ejemplo, puede ser un simple malestar o potencialmente llegar a ser una enfermedad autoinmune compleja; o un ser un síntoma inicial relacionado a alguna enfermedad hepática o de algún órgano del tracto gastrointestinal. El problema es que la persona permanezca con la molestia y que no visite a un especialista que le diagnostique”, detalla.
Los trastornos gastrointestinales hacen referencia a un grupo complejo de más de 30 enfermedades crónicas que afectan al 40% de la población mundial, impactando en su salud digestiva. Una de estas es la infección por helicobacter pylori, una enfermedad que tiene más de la mitad de la población mundial; y que, además, es causante de varias enfermedades gástricas como: gastritis crónica, úlceras pépticas y cáncer gástrico en el 15-20% de los casos diagnosticados.
“Las personas que tienen helicobacter pylori pueden presentar síntomas relacionados con: gastritis crónica, gastritis aguda, úlcera gástrica, perforación gástrica o reflujo gastroesofágico o no tener síntomas del todo”, resalta el doctor Corella.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer gástrico produce más de un millón de muertes al año en el mundo y el 90% de estos tumores son secundarios a la infección por helicobacter pylori. Por eso la OMS recomienda que, si una persona tiene antecedentes familiares de cáncer gástrico, tiene anemia por deficiencia de hierro o constantemente presenta dispepsia o sensación de llenura, debe consultar a un especialista.
Dentro de los factores que se encuentran relacionados con síntomas y enfermedades gastrointestinales que requieren la atención de un especialista médico para determinar qué está afectando la salud digestiva, se encuentran el estrés, la alimentación poco saludable, la intolerancia a ciertos alimentos, una infección gastrointestinal o un cambio en el microbiota intestinal, así como la predisposición genética.
Priorizar la salud digestiva
La recomendación para las personas que presentan síntomas digestivos persistentes es recurrir a un especialista médico. Es importante que la población, en general, priorice su salud digestiva para reducir los riesgos que conlleven a una enfermedad compleja.
“La prevención es fundamental porque un síntoma digestivo como un dolor de estómago leve, por ejemplo, puede ser un simple malestar o potencialmente llegar a ser una enfermedad más compleja incluso relacionada con un mayor riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer”, reconoce el Gerente médico Gastro y Dolor de Asofarma, Pablo Corella.
Existen algunos hábitos que favorecen el bienestar digestivo, como mantener una dieta balanceada rica en frutas, verduras y granos enteros; beber suficiente agua potable; realizar ejercicio de manera regular; lavarse las manos antes de consumir o preparar alimentos; evitar el estrés; y, sobre todo, no hay que ignorar los síntomas que en el corto o mediano plazo impacten en la salud digestiva.
“Es relevante que no normalicemos los síntomas. Hay que prestar atención a un dolor persistente de nuestro sistema digestivo y buscar cuál es su origen, para que esto no disminuya nuestra calidad de vida. Lo que sí debemos normalizar son los controles médicos anuales de nuestro sistema digestivo, que nos indiquen si todo está bien con nuestro organismo”, recomienda el experto.
Los tratamientos y diagnósticos de las enfermedades digestivas han tenido grandes avances en los últimos años. Uno de estos avances, que se podría ver en el corto plazo en los países de la región, es la integración de la Inteligencia Artificial en la detección de enfermedades gastrointestinales. Precisamente, este fue uno de los temas que se trató en el marco del Gastro Summit 2024 desarrollado por la Clínica de Cleveland, en alianza con Asofarma y que tuvo lugar en República Dominicana, del 25 al 27 de julio.
Durante estos días, los especialistas conocieron acerca de las últimas novedades en gastroenterología, hepatología, nutrición, obesidad y enfermedad colorrectal. Este evento formó parte de los esfuerzos de educación continua hacia los profesionales médicos de Centroamérica y el Caribe, y también fue un espacio de reconocimiento a la excelencia médica de la región.
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